Especial del Podio Político
Estamos atravesando tiempos de turbulencia política, agitados por los vientos del cambio que disparan a todas direcciones y cegados por la neblina que supone el presente, presente que nos interpela y muchas veces condiciona nuestra capacidad de analizar, la percepción de la «vieja» politica contra la «nueva», la primera desconfia de que los aparentes cambios signifiquen realmente algo y la segunda exacerba y exalta las pequeñas señales de esos cambios, quien cuenta con más herramientas para explicar la situación actual? No lo sabemos, la respuesta, en caso de que alguien la tenga, solo se podrá observar con el paso del tiempo. A continuación voy a ensayar un análisis del concepto de la antipolitica y la gestión de Milei, a modo de respuesta a la nota publicada en este mismo portal por el ex diputado Rodolfo Rodil, quien ha esbozado una critica y un análisis de los elementos ya mencionados. En boca y letra de muchos se puede observar que la palabra «antipolitica» es percibida negativamente, como producto moderno que deriva de las redes y los malos gobiernos, que utiliza discursos simples y violentos que pueden conducir a la asunción de lideres extremos, que en la práctica entorpece la función del Estado, que se puede ver entre estos ejemplos? Que quienes piensan la antipolitica lo hacen comprimiendo su complejidad a un compendio de slogans, o peor aún, la piensan como un subproducto del sistema que «instala» ideas, el individuo pareciera ser un envase vacio al cual la estructura rellena con cualquier cosa, esto se puede ver cuando el señor Rodil explica la aparición de Milei como consecuencia de este movimiento y no como algo generado genuinamente por él.
La antipolitica es esencialmente reaccionaria y ha estado presente con nosotros desde que la política existe y tampoco es mala en esencia, son ideas, chispazos de pensamiento que aparecen en distintos momentos, usualmente cuando un sistema o práctica entra en crisis, en lo que derive dicha reacción es otra historia y no nos ocupa en esta nota. En la modernidad y más precisamente en nuestro pais, dicha reacción es encarnada en una persona, en el clasiquisimo lider carismatico de Weber, lider que si, efectivamente explota la rabia de un hartazgo que lo precede, tensiona la democracia pero a la vez la salvaguarda de un estallido social generalizado, captando las demandas de dos tipos, las de los tiempos y las de la sociedad, eso representa Milei. En la nota de Rodil se soslaya lo inconcebible de la visión anarcocapitalista y antipolitica con la gestión a la cabeza del Estado, olvida o suprime que dichas visiones son, en el caso del anarcocapitalismo, una escuela filosofica que no encuentra agenda ya que es un horizonte abstracto para el presidente, y en el caso de la antipolitica, una herramienta discursiva que parece no agotarse en su utilidad ya que es lo que le permite a Milei tener «angel» como se dice en la jerga. Para analizar la gestión del libertario, entender sus internas, sus retoricas beligerantes y sus aparentes contradicciones, hay que situarnos en contexto, heredando un estado quebrado en hiperinflación y la paz social severamente en peligro de estallar, desde un primer momento el gobierno de Milei se supo que seria el de un equilibrista, y que su debilidad en cuanto a poder institucional lo haria volcar todas sus fuerzas hacia su principal(y evanescente por naturaleza) activo, la esperanza, no es demagogico ni loco, es estrategia pura lo que hace. Con la situación caotica fue necesario postergar sus planes más ambiciosos para desplegar programas de emergencia como el aumento de planes por ejemplo y los recortes en el estado, paralelamente comenzó a reconstruir la macro, clave para el desenvolvimiento de la microeconomia, la baja de la inflación acompañada de aumento lento pero progresivo de los salarios reales es un buen indice y, si bien es cierto que la actividad está en caida con todo lo que ello significa, un 4,2% de inflación con el aumento salarial contra inflación más alto desde el 2009(16%) no es de menospreciar, es de poco contacto con la realidad pedir en 6 meses un total acomodamiento de la macro y la micro sin dolor, las decisiones de los agentes se encuentran reprimidas por la maraña regulatoria y la ridiculez fiscal de las que nos vimos siempre rehenes, además de la inflación que ya efectivamente se está liquidando, tiene logica la preponderancia de la macro por primera vez cuando fuimos pura micro cortoplacista e internista siempre.
Otro punto importante es que la gente acompaña en su falta de expertise a Milei, entiende sus improperios, su falta de decoro y sus lios internos por la sencilla razón de que es lo contrario a la politica tradicional, tan afecta de los buenos modales, del quedar bien por quedar bien y negar las disidencias internas por la creencia de que eso «debilitaria» al espacio, los formalismos y las supersticiones no tienen lugar en este tipo de antipolitica, a su vez su lenguaje «violento» no alarma a la mayoria ya que, como he mencionado antes, sabe interpretar las demandas de los tiempos y eso implica(en boca de él) el uso del show para el discurso político, por eso su fenómeno es tan grande y la oposición no puede arrebatarle la agenda. Por ultimo, admito que iluminado por el diario del lunes, la aprobación de la ley bases es la culminación de la gestión politica del presidente, es la demostración de que un hombre sin estructura ni experiencia puede aprender e imponer sus proyectos con el uso correcto de las herramientas, si bien Milei se declara asi mismo como «talibán», o sea, algo todavia más extremo que los «halcones», supo rodearse de «palomas» que supieran del juego como el señor Guillermo Francos, figura clave en la aprobación de la ley, quizás este acto vuelva cierta aquella frase de que «no importa saber, importa tener el número del que sabe» y es un acto de humildad, reconocerse incapaz de ciertas cosas y recurrir a quienes puedan ayudarte, es el triunfo del hombre común sobre la estructura reservada para los politicos «profesionales». El destino de los argentinos es incierto para todos y el presidente dista de ser perfecto, no sabremos si este será el camino pero es preferible la incertidumbre de lo correcto a la certeza de lo equivocado, a la «vieja» politica no se vuelve más.