En los últimos años, los partidos de derecha han ganado un protagonismo notable en Europa; partidos como VOX en España, Agrupación Nacional en Francia y Alternativa por Alemania (AfD). han canalizaron el descontento social mediante propuestas enfocadas en limitar la inmigración, fortalecer la soberanía nacional y cuestionar el rol de Europa en las políticas internas.
VOX, partido político español de derecha, es liderado por Santiago Abascal, miembro del Congreso de los Diputados en representación de Madrid. Según su página oficial, este partido surgió principalmente debido a las crisis de corrupción y a la falta de eficiencia del Estado español. Además, critican a los partidos políticos tradicionales por no haber implementado las reformas estructurales que el país necesita.
VOX destaca por proponer una serie de medidas para reformar el sistema político español, entre ellas: la centralización del Estado, con el objetivo de eliminar autonomías regionales, una política estricta de control fronterizo para frenar la inmigración ilegal, la reducción del gasto público y del tamaño del Estado.
Por otro lado, en Francia se encuentra Marine Le Pen, líder del partido político de derecha Agrupación Nacional (Rassemblement National, RN). En las últimas elecciones legislativas que tuvo Francia, RN obtuvo un importante respaldo electoral, alcanzando el 33% de los votos en la primera vuelta. Esta victoria no se prolongó por mucho, ya que en la segunda vuelta de las elecciones, la Agrupación Nacional quedó en tercer lugar, detrás de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular y de la coalición del presidente Macron.
El partido de Le Pen mantiene una postura euroescéptica. Entre sus propuestas se destacan el control estricto de la inmigración y dar prioridad a los ciudadanos franceses en el acceso a servicios sociales, empleo y vivienda. Además, la Agrupación Nacional propone el fomento del consumo de productos nacionales y la protección de las industrias locales frente a la competencia extranjera.
Por su parte, Björn Höcke, líder del partido Alternativa por Alemania (AfD), a diferencia de los líderes de VOX y de la Agrupación Nacional, se ha enfrentado a varias denuncias. Una de las más controvertidas fue por utilizar una frase asociada a las tropas de asalto de Adolf Hitler (“Todo por Alemania”) en actos políticos; lo que generó un fuerte rechazo tanto en el ámbito público como en el político.
El AfD tiene propuestas similares a los partidos políticos derechistas de España y Francia; principalmente porque buscan regular las inmigraciones ilegales y llevar a cabo una deportación masiva de inmigrantes, para poder proteger lo que Björn denomina la “identidad autóctona” de Alemania. Además, propone el retorno a una moneda nacional, argumentando que el uso del euro ha exacerbado los problemas de deuda en Europa.
Varios analistas y medios de comunicación han calificado a estos partidos como ultraderecha, debido a su enfoque nacionalista extremo y sus posturas conservadoras en temas sociales y económicos. De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), el término «ultraderecha» se refiere a «la tendencia política que propugna un nacionalismo extremo, autoritario y que tiende a posiciones radicales en asuntos sociales y económicos«. Estas características, evidentes en las propuestas de los partidos políticos de derecha, generan tanto apoyo como rechazo en el ámbito político y social europeo.