China celebra 75 años del Partido Comunista: El motor detrás del gigante asiático

El pasado 1 de octubre, China conmemoró el 75º aniversario de la fundación de la República Popular China con una serie de actos que capturaron la atención del mundo. Más de 120 mil personas asistieron al izamiento de la bandera en la icónica Plaza de Tiananmen, en Beijing. Entre las festividades destacó el discurso del presidente Xi Jinping, quien subrayó los enormes logros de China en las últimas décadas.

Por Julián Proto Cassina

«Nuestro partido unió y dirigió al pueblo en una lucha incansable, logrando dos grandes milagros: un rápido desarrollo económico y una estabilidad social a largo plazo», dijo Xi Jinping desde el Gran Salón del Pueblo, el centro político del país. Además, el presidente enfatizó que China ha comenzado un “proceso irreversible de rejuvenecimiento nacional”, apostando por un modelo de modernización al estilo chino.


El Partido Comunista Chino (PCCh) es mucho más que un simple partido político. A lo largo de su historia, ha sido el motor que ha dirigido al país a superar grandes desafíos y transformarse en una de las mayores potencias mundiales. Su estructura tiene algunas similitudes con el antiguo sistema de mandarines de las épocas imperiales, donde un grupo selecto de funcionarios, altamente preparados, se encargaba de la administración del país.


A diferencia de muchos partidos en otros países, el PCCh tiene una base meritocrática sólida. Los cuadros del Partido ascienden en la jerarquía no por elecciones populares, sino por su capacidad demostrada en la gestión de responsabilidades. Esta estructura asegura que los que llegan a altos cargos estén entre los más competentes, algo que ha ayudado a mantener una alta eficiencia en la gestión pública.


Desde su fundación en 1949, el Partido Comunista ha logrado algo que otras facciones políticas no habían conseguido: unir a China tras décadas de guerras civiles y conflictos internacionales. Como explica la Cambridge History of China, «si la unidad era lo que legitimaba a las antiguas dinastías, entonces el éxito del Partido Comunista al unificar China continental le otorgó ese mismo mandato».


Pero la legitimidad del PCCh no sólo se basa en su capacidad para unificar. En las últimas décadas, China ha vivido lo que muchos consideran la mayor revolución económica de la historia. Bajo la dirección del Partido, el país ha pasado de ser una nación en vías de desarrollo a convertirse en la segunda economía más grande del mundo. Este crecimiento ha sacado a cientos de millones de personas de la pobreza y ha mejorado de manera espectacular las condiciones de vida de la población.


Con la llegada al poder de Xi Jinping en 2012, China ha entrado en una nueva etapa en su desarrollo. Xi ha puesto un fuerte énfasis en el rejuvenecimiento nacional y la modernización, destacando en campos clave como la tecnología y la innovación. En poco tiempo, China ha demostrado ser capaz de competir con las grandes potencias globales en sectores como las energías renovables, el comercio electrónico y los vehículos eléctricos.


Bajo el liderazgo de Xi, el país ha vuelto a un enfoque más centralizado en algunos aspectos, pero al mismo tiempo sigue empujando los límites de su crecimiento económico y su influencia global. Para el Partido, este «rejuvenecimiento nacional» no es solo una frase política, sino una visión a largo plazo que apunta a afianzar el lugar de China como un actor clave en el escenario internacional.


El 75º aniversario del Partido Comunista no sólo celebra los logros pasados, sino que también proyecta una visión clara hacia el futuro. A pesar de los desafíos que enfrenta, desde la competencia global hasta las tensiones internas, el PCCh sigue siendo el núcleo del poder en China. Con un enfoque en la modernización y un liderazgo fuerte, el Partido se prepara para enfrentar los próximos años con confianza, consolidando a China como una potencia indispensable en el mundo.

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