Destrucción y resistencia: un año de tensiones entre Israel, Gaza y Líbano

Un año después del ataque a Israel, el conflicto en Medio Oriente continúa y la destrucción se traslada por la región.

Por Paz Zubillaga

Lo que una vez comenzó como una ofensiva entre el grupo terrorista Hamas e Israel, ahora incluye operaciones para desmantelar Hezbollah, la rama libanesa de Hamas. 


Tanto Gaza como el Líbano están bajo los gobiernos de dichas organizaciones terroristas desde la primera década del siglo. Ambas poblaciones concuerdan en que el daño es inmenso y se ve poco probable la posibilidad de reconstrucción.


El plan de Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, continúa siendo aquel de ofensivas mediante ataques “limitados, localizados, llevando a cabo actividades operativas específicas”, como lo fue el reciente ataque a la pequeña aldea libanesa de Yaroun, según informa BBC News. 


Sin embargo, el grupo terrorista libanés mantiene el contraataque activo. Recientemente, cinco cohetes impactaron en la ciudad de Haifa, dejando atrás algunos heridos. Un factor que puede agravar aún más la situación es la magnitud de respuesta que puede llevar a cabo Hezbola ante el asesinato de dos de sus lideres, de la mano de la Fuerza Aérea Israelí. 


Casi un año después, un 8 de octubre de 2024, se plantea una posible solución al conflicto, por lo menos, entre el Líbano e Israel. Otra figura importante de Hezbollah, Naim Qassem, se alineó con el presidente del Parlamento, Nabih Berri, y sus pedidos de cese en los combates.


El futuro del conflicto despierta incertidumbre, especialmente teniendo en cuenta que el foco de la atención ya no se encuentra en Gaza, donde la situación humanitaria continúa en estado de emergencia. En ciudades como Bureij y Jabalia, al norte de la Franja de Gaza, las áreas densamente pobladas y sus estructuras corren peligro. Los desplazados se preguntan a dónde van a regresar

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