Los radicales bonaerenses irán a las urnas para elegir autoridades del Comité Provincia. El oficialismo de Maximiliano Abad enfrenta a un esquema que responde a Lousteau y Manes.
Son conocidas las dificultades que está atravesando la Unión Cívica Radical en la definición de una postura homogénea frente al Gobierno nacional. A nivel nacional, existen gobernadores como Alfredo Cornejo y legisladores (como el puñado que apoyó el veto a la reforma jubilatoria) que acompañan las medidas del Presidente, mientras que el líder del espacio, Martín Lousteau, es uno de sus principales opositores.
En el plano provincial, esa distancia entre los distintos sectores no es tan profunda. Aun así, la posibilidad de un acuerdo entre los distintos sectores, que hasta hace un tiempo parecía el escenario más probable, se fue diluyendo y todos se preparan para la confrontación en las internas del 6 de octubre.
El oficialismo provincial impulsa al ex intendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, para la presidencia del Comité bonaerense y cuenta con el respaldo, entre otros, de Gustavo Posse y Maxi Abad. Por su parte, la oposición propone al diputado provincial Pablo Domenichini que tiene el apoyo de Martin Lousteau y Facundo Manes.
El argumento central de las autoridades actuales gira en torno a la idea de «una conducción bonaerense», en contra de la «conducción desde la Capital» que encarnaría la oposición, por su cercanía con Lousteau. Del otro sector, señalan la necesidad de que el radicalismo tenga una clara postura de oposición al Gobierno Nacional que, a su juicio, no tiene el oficialismo provincial.
La elección de las nuevas autoridades se dará el domingo 6 de octubre en un marco de total incertidumbre para definir al vencedor.