En medio de la crisis migratoria que enfrenta Europa, Italia está tomando medidas bajo la dirección de la primera ministra Giorgia Meloni. Algunos cuestionan las acciones que ha tomado Meloni para regular las migraciones, como la justicia italiana y el Tribunal de Roma; otros, en cambio, apoyan esta política. Conforme avanza la situación, surgen dudas sobre el impacto de estas medidas y su legalidad. ¿Es este enfoque un modelo a seguir o podría generar problemas en el futuro?
En este contexto, el 21 de octubre, la ministra firmó un decreto que permite modificar la lista de los “países seguros”. Esto otorga al gobierno italiano la facultad de regular con mayor flexibilidad el ingreso y la deportación de inmigrantes. A la vez, el miércoles 16 de octubre, 16 inmigrantes (10 provenientes de Bangladesh y 6 de Egipto) fueron detenidos en un centro de detención de inmigrantes ubicado en Albania luego de haber ingresado a territorio italiano. Este centro de detención, a pesar de encontrarse en territorio extranjero, está bajo la jurisdicción italiana y europea.
El 18 de octubre, antes de que se emitiera el decreto de Meloni, el Tribunal de Roma ordenó la devolución a Italia de 4 de los 16 migrantes detenidos en Albania. Estos 4 migrantes incluían a 2 menores de edad y a 2 personas consideradas vulnerables. Al día siguiente, el 19 de octubre, el tribunal dictaminó que los 12 migrantes restantes también tendrían que regresar a Italia. La razón principal fue que los países de origen de estos migrantes, Bangladesh y Egipto, no cumplían los criterios establecidos por el tribunal para ser considerados “países seguros”.
Hay dos legislaciones que regulan el ingreso de migrantes al territorio europeo:
- La Directiva de Procedimiento de Asilo (2013/32/UE). Esta directiva establece normas y procedimientos para llevar a cabo la solicitud de asilo que cualquier persona desee presentar en alguno de los estados miembros de la Unión Europea.
- La Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados. Este tratado obliga a los países firmantes (incluidos los Estados de la UE) a no devolver a los refugiados a lugares donde su vida o libertad puedan estar amenazadas.
¿Por qué estos migrantes fueron detenidos en un país extranjero y no en Italia? Giorgia Meloni ha explicado que enviar a los migrantes a Albania es parte de una estrategia para reducir la presión sobre los centros de detención italianos y, con esto, acelerar los procesos de solicitud de asilo. Lo ha descrito como un “camino nuevo, valiente e inédito”, que le permite a Italia gestionar mejor la inmigración y disuadir nuevos intentos de entrada irregular al país. Considera este modelo como un “ejemplo a seguir” para otros países de la Unión Europea que enfrentan crisis migratorias similares. A pesar de que esta política permite reducir el ingreso de migrantes, el costo anual de construir y mantener estos centros de detención en Albania es de más de 130 millones de euros, aproximadamente.
Por otro lado, el abogado Gennaro Santoro, quien representa a un inmigrante egipcio, ha criticado este acuerdo entre Italia y Albania, afirmando que «es contrario a la Constitución italiana, no se puede retener a migrantes en el extranjero”.
Sin embargo, Ursula Von Der Leyen, la presidente de la Comisión Europea, apoyó la creación de centros de detención de migrantes en países extranjeros, considerados como “salas de espera”. Desde estos países, como en el caso de Albania, se tramitarán tanto los pedidos de asilo en Italia como las deportaciones de los migrantes considerados ilegales.
¿Los centros de detención de inmigrantes en países extranjeros serán medidas permanentes o tendrán un fin? ¿Estarán de acuerdo los países extranjeros en tener estos centros de detención en su territorio por mucho tiempo?