El continente europeo encabeza la elección de un aproximado de 1.5 mil millones de personas al momento de viajar. Son muchos los afortunados que logran dirigirse a la cuna de civilizaciones antiguas que han marcado nuestra historia.
Es innegable la cantidad de ventajas que ha traído la industria del turismo a nivel global. Sin embargo, haciendo foco en la situación en Europa, especialmente en este último año, el alto crecimiento del turismo masivo ha dado de qué hablar, y no en un sentido positivo.
Pre-pandemia empezamos a escuchar el término “turismofobia” (2017), el cual hacía referencia hacia el “rechazo” a los turistas, o mejor dicho una preocupación por parte de los propios habitantes con respecto al impacto que pueda tener el sobre turismo en sus ciudades.
Segun el sitio de European Travel Comission, durante el primer trimestre de 2024, las llegadas de turistas extranjeros aumentaron un 7.2% en lo que va de este año, superando los niveles previos a la pandemia de 2019. Los paises europeos que encabezan la lista de los más visitados por turistas son: Francia, Espana, Italia, Alemania y Reino Unido. A pesar de que cada vez más turistas eligen otros destinos como Holanda, Croacia, Grecia y Portugal.
Los efectos del sobre turismo son realmente graves, pensando a largo plazo hay una gran posibilidad que los sitios más turísticos comiencen a perder su patrimonio cultural si no se los preserva de manera correcta.
Las diversas ciudades ya comenzaron a tomar medidas para gestionar el turismo masivo, algunas de las pautas tomadas son de gran descontento para un grupo de personas y, en contraparte, de alivio para una gran mayoría.
En la ciudad de Roma, se está considerando implementar una propuesta que consiste en cobrar a los turistas una entrada a la Fontana di Trevi (2 euros) acompañada de un sistema de reservas, que hará la experiencia más confortable evitando el aglutinamiento numeroso de gente. Los residentes tendrán entrada libre y gratuita. Por otro lado en Barcelona se está trabajando en diversas cuestiones como la restricción en el alquiler de apartamentos a turistas para poder darles un hogar a familias que lo necesitan a largo plazo, combatiendo así también la crisis de vivienda que sufren en la ciudad catalana. Por último, en París se promueven medidas de sustentabilidad para reducir la contaminación, por ejemplo promoviendo el transporte público e incentivando a los turistas a recorrer la ciudad de forma sostenible.
Es fundamental que los organismos correspondientes logren tomar medidas para preservar el patrimonio histórico cultural, no solo para que sea más amena a los turistas la visita sino también para que resulte gratificante a los propios habitantes locales, y en un punto hasta los beneficie. Resulta interesante que el turismo mantenga sus bases en las que siempre se ha sostenido y estas radican en la vinculación social. Los turistas se embarcan a lo desconocido y conocen a través de sus habitantes. Por eso es un punto clave que los locales estén abiertos a recibirlos y no lo sientan como una especie de “invasión”.
Actualmente los viajes también se encuentran muy influenciados con las nuevas tecnologías y el alcance de las redes sociales en cuanto a lugares que hay que visitar, donde debes hospedarte y donde ir a comer. Una gran mayoría de turistas hoy en día consideran estos factores en base a las “tendencias” del momento y las posibilidades.
Viajar es una de las actividades más antiguas y más llamativas para el hombre. Para muchos era una oportunidad única en la vida, había un lugar significativo el cual soñaban conocer. Pero hoy la realidad ha cambiado bastante y eso desemboca en el sobre-turismo, ir por el hecho de ir, conocer porque se ha vuelto una normalidad. De la mano de esto, se ha perdido el respeto por aquellos lugares, pasando de ser un sueño a ser un principal centro turístico.
No caben dudas de que el turismo europeo debe estar en transformación constante debido a las demandas y también los beneficios que pueda obtener, lo seguro es encontrar el equilibrio y la funcionalidad para todas las partes, teniendo siempre presente que la prioridad es aquello que se quiere conservar.
