¿Persecución política o plan golpista?: crónica del periplo judicial de Jair Bolsonaro

El Tribunal Federal Superior de Brasil votó por unanimidad a favor de enviar a juicio la causa en la que se acusa al expresidente Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado ¿Cuáles son los argumentos de los fiscales y de los jueces del Tribunal? ¿En qué acontecimientos se basan para sostener la denuncia? ¿Qué pena podría enfrentar el exmandatario? ¿Cuál fue su respuesta?

Por Bernardo Máspoli

El pasado miércoles 26 de marzo el Tribunal Federal Superior de Brasil dio a conocer su fallo en el que resolvió por unanimidad de sus miembros elevar a juicio la causa que involucra a Bolsonaro y otras siete personas, entre las que se incluyen militares de alto rango y ex comisarios durante su Gobierno. 

     Se los acusa de “abolición violenta del Estado democrático de derecho, intento de golpe, implicación en organización criminal armada, daño calificado y deterioro de patrimonio”. El exmandatario podría enfrentar una condena de hasta 40 años de prisión. 

Los hechos

     Para ir a los acontecimientos que dispararon esta denuncia hay que remontarse al año 2022 cuando el actual presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se impuso en las elecciones ante Bolsonaro que buscaba la reelección. Sin embargo, el por entonces presidente se negó a reconocer la derrota electoral y se mantuvo en silencio durante las 48 horas posteriores a los comicios. En ese lapso miles de sus seguidores salieron a las calles en señal de protesta y descontento frente a los resultados. 

     Bolsonaro rompió el silencio el 1° de noviembre en el Palacio de la Alvorada con un escueto discurso en el que, si bien no reconoció la victoria de su contrincante, aclaró que seguiría “cumpliendo los mandamientos de la Constitución”. Con respecto a las protestas señaló: “Las manifestaciones populares de estos días son fruto de la indignación y el sentimiento de injusticia sobre cómo se dio el proceso electoral”. 

El asalto a los tres poderes     

     El 8 de enero de 2023, apenas 7 días después que Lula da Silva asumiera el cargo de presidente, miles de seguidores bolsonaristas invadieron la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia, lugar en el que residen el Congreso Nacional, el Palacio de Planalto y el Tribunal Federal Supremo. A partir de ese momento, el expresidente Bolsonaro comenzó a ser investigado por sospechas de haber incitado la asonada. 


Los acontecimientos del 8 de enero dejaron un saldo de más de 370 condenados y más de 60 fugitivos.

  Según el fiscal general, Paulo Gonet, el objetivo de esta conspiración era “generar acciones que garantizaran su continuidad (la de Bolsonaro) en el poder, independientemente de los resultados de las elecciones”. Según la fiscalía, el plan de impedir la investidura de Lula da Silva fracasó debido a la falta de apoyo de los altos mandos del Ejército.


La respuesta de Bolsonaro


     Luego de que se conociera la noticia, Bolsonaro se manifestó mediante un extenso comunicado vía X en el que definió el proceso judicial como un “atentado jurídico contra la democracia” y un “teatro procesal disfrazado de Justicia”. Además, dijo que el motivo del juicio no es jurídico, sino político y que su resultado ya está definido de antemano.
     Y culminó diciendo: “Quieren impedir que me presente a las elecciones de 2026 porque saben que, en una contienda justa, no hay ningún candidato capaz de ganarme”. Vale la pena recordar que actualmente Bolsonaro está inhabilitado para ejercer cargos electivos hasta 2030 debido a una resolución del Tribunal Electoral Superior. ¿Qué plan tiene en mente para retornar al Palacio de Planalto?

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