Crece el descontento en la región del Sahel por las juntas militares surgidas para apalear levantamientos yihadistas, se reportan multiples fatalidades.
Las juntas militares en Níger, Mali y Burkina Faso que fueron tomando el poder entre 2020 y 2023 promovidas y apoyadas por el grupo paramilitar Wagner bajo la excusa de defender al país contra el terrorismo yihadista no hicieron más que acrecentar la violencia y los problemas en la región.
Las Juntas surgen tras el descontento popular por el fracaso de los gobiernos democraticos en contener la violencia yihadista que asedia la región hace ya más de una decada. No obstante, las fatalidades durante los gobiernos militares subieron hasta alcanzar un récord de 7620 en la primera mitad de 2024 con una gráfica que no hace más que estremecer, ya que las muertes ocasionadas podrían ascender a 14000 en el año.
Los verdaderos afectados son los locales de esta región, ya que se vieron abandonados y asediados por el fracaso de ambas partes, tanto la occidental con ayuda francesa y ahora el gran fallo de la operación de Wagner, manejado por Rusia.
La nula reacción de la comunidad internacional nos vuelve a mostrar lo abstractas que resultan ser estas organizaciones cuando los conflictos escalan de forma preocupante. Hoy la región del Sahel se escuenta abandonada y en manos de mercenarios y yihadistas.